domingo, 27 de noviembre de 2011

Alone again...naturally

"Prefiero mi soledad, mi conocida soledad, a salir del huevo y ver qué ocurre. Arriesgar, equivocarme y volver a intentarlo. Pavor, siento pavor de la vida y de sus regalos y sus trampas, sus engaños y sus premios. No quiero averiguarlo. Son 40 años así y así seguiré. Prefiero mi miedo, mi soledad. Compadecedme ya. Todos. A la vez. A la voz de ya."

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Falling down...

Hay algo que me fascina especialmente de la especie humana, por muy avanzada que esté en ciertos aspectos. Hablo de la búsqueda voluntaria del tropiezo. Del golpe, del porrazo conocido, el resbalón. Colocarse la piedra en el camino voluntariamente. Nos gusta, no nos engañemos. Conocemos nuestros defectos y los olemos cuando están cerca, los sacamos a relucir cuando toca -cada uno sabrá cuando toca- y evidentemente nos tropezamos, como no podría ser de otra forma. Porque así lo hemos querido, así lo hemos esperado. ¡Qué feo sería defraudarse a uno mismo en algo tan personal! Si conozco mi defecto, ¿por qué no podría sucumbir solo una vez más? Y claro, nunca es "solo una vez más". Caemos y caemos y caemos y lo vemos venir y caemos de nuevo.
Me gustan muchas historias en las que el defecto es parte natural, casi genética (casi siempre lo es) de la persona que lo adquiere. Me refiero a la kriptonita de Superman, la tele de araña de Spiderman...¿se me entiende? Nada como tener la semilla de la autodestrucción dentro de ti mismo y sacarla a la palestra. De hecho, creo que el modo más noble de caer en un pozo es tirándose uno mismo por esa atracción hacia el abismo, ese trampolín al que subimos cuando pertoca y desde el que miramos al vacío más absoluto. Nuestro vacío, ese que conocemos de sobras e intentamos evitar en el día a día. Pero está ahí, detrás de varias capas, mirándote, guiñándote el ojo, susurrándote.
Recordando una lectura muy antigua y a la vez muy actual, "Ética a Nicómaco", Aristóteles decía aquello de las pulsiones. Sí, algo que me sigue carcomiendo las entrañas: ¿por qué seguimos haciendo cosas que no (nos) conviene hacer? ¿por qué, sabiendo las consecuencias de ciertas acciones, sabiendo que harán daño, continuamos haciéndolas?





We3

lunes, 21 de noviembre de 2011

Super Duper héroes...

...los que reinterpreta Ben Balistreri en su simpático blog:










Terry goes Tyler

El insoportable Terry Richardson graba al talentoso Tyler The Creator:



Tyler the Creator and Friends from Terry Richardson on Vimeo.

Kubrick


Descubro que Stanley Kubrick tenía más películas en el frigorífico de lo que podía imaginar. Proyectos pensados, proyectos comprados y bloqueados, proyectos robados, ideas peregrinas, adaptaciones serias y adaptaciones menos serias, proyectos abandonados, proyectos perseguidos y atenazados hasta el final de su vida que siguen atenazados por sus herederos. Aquí una lista:

The Aryan Papers
De la novela 'Wartime Lies', de Louis Begley
Una peli sobre el holocausto. Se sabe que Uma Thurman y Julia Roberts fueron candidatas para el papel protagonista.

Blue Movie
No se sabe gran cosa de este proyecto. Está relacionado con el porno, eso sí.

The Burning Secret
Basado en la novela "Ardiente secreto", de Stefan Zweig. Grabó algunos planos, tomó varias notas, pensó el casting. Y luego nada de nada. Andrew Birkin, el que fuera operador de cámara de Kubrick, retomó el proyecto y dirigió la película en 1979, con Klaus Maria Brandauer y Faye Dunaway.

Foucault's Pendulum
Basada en el libro de Umberto Eco.

The German Lieutenant
Del libro de Richard Adam. Su idea era grabarla entre "Espartaco" y "Senderos de gloria". Nada de nada.

I Stole 16 Million Dollars
De la biografía de Herbert Emmerson Wilson.

Last Exit To Brooklyn
De la novela de Hubert Selby Jr. publicada en1968.

The Last Parallel
De una novela sobre la guerra de Corea escrita por Martin Russ.

Perfume
De la novela de Suskind, claro.

The Shadow Knows
De la novela de Diane Johnson.

Y no sigo, pero hay más.

Happening

"Un happening es por lo menos un agujero en el presente; bastaría mirar por esos huecos para entrever algo menos insoportable que todo lo que cotidianamente soportamos."
Julio Cortázar, La vuelta al día en ochenta mundos, 1967.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Takuya Hosogane: "Assimilation"

assimilation from Takuya Hosogane on Vimeo.

"Tan solo una sombra", de Milo J. Krmpotic´


En veinticinco páginas consigue Krmpotic´ dejarte un mal cuerpo de primera con "Tan solo una sombra". Chats intempestivos, padres trastocados e hijos en necesaria fuga. De la inquieta Cristina Fallarás y su proyecto Sigueleyendo ha surgido esta propuesta: "Colección de bichos - Clásicos infantiles para adultos". O lo que es lo mismo: reinterpretar relatos clásicos desde la pluma de escritores actuales, escritores que publican ahora mismo, escritores con pulso, rigor y calidad. El ladrador Milo Krmpotic´ acomete el "Peter Pan" de J.M. Barrie con escalpelo y guantes de CSI, mostrándonos un Londres sórdido, de ensueño, de mal sueño. Un Londres donde los parques y los senderos que los bifurcan te suenan pero a la vez no, una ciudad donde ocurren cosas muy feas entre adultos perturbados y niños desvalidos. He recordado "Hard Candy", y también aquél cuento de Ballard en el que un grupo de niños decide…decide tomar las riendas del…del asunto que acontece, vamos. Y también he pensado en un personaje de aquella peli de Solondz, y alguna que otra vivencia personal en Londres (domingos de Tesco, la Malborough Gate, ciertas lunas llenas…). Creo sinceramente que Krmpotic´ tiene una novela negra -muy negra- escrita en su cabeza. Y un día la queremos leer. Oh, J. M. Krmpotic´, oh M. J. Barrie…

A todo esto, no he dicho que "Tan solo una sombra", así como el resto de la colección "Bichos", están en la web al precio irrisorio de 1 euro. Paguen y lean.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Oda la vida retirada


Se levanta uno un domingo lluvioso, feliz y descansado, y se le ocurre recordar a Fray Luis de León:

¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento,
si soy del vano dedo señalado,
si en busca de este viento
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío
a vuestro almo reposo,
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido,
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera,
de bella flor cubierto,
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo,
y con diversas flores va esparciendo.

El aire el huerto orea
y ofrece mil olores al sentido,
los árboles menea
con un manso rüido
que del oro y del cetro pone olvido.

Ténganse su tesoro
los que de un falso leño se confían:
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable
mente se están los otros abrasando
con sed insacïable
del no durable mando,
tendido yo a la sombra esté cantando

A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado
del plectro sabiamente meneado.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Baby al cuadrado

Habré hablado cien veces de esta película en el blog. Ahora The Drones la homenajean sabiamente en este vídeo. ¡Bravo!

jueves, 10 de noviembre de 2011

Bass is the book



No vamos a decir nada nuevo sobre el gran Saul Bass. No. No. Y no.
Simplemente decir que si alguien tiene a bien regalarme algo, que vaya pensando en esto:







DeLillo

El prolífico autor norteamericano edita por primera vez sus historias cortas, nueve cuentos escritos entre 1979 y 2011. Para los muy fans, claro.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Rocks Off!!

En contra de lo que muchos dicen, para mí "Exile on Main Street" no es el mejor disco de los Stones, pero está ahí, faltaría más.
Robert Frank dirigía esta película con Jagger, Richards y compañía en 1971, uno de sus mejores años. Sí, Robert Frank himself.



Por cierto, odio a la gente que dice "Los Rolling" casi tanto como a la que dice "Los Chili" (refiriéndose a Red Hot Chili Peppers). Los Rolling Stones, si me apuras, son los Stones.
Punto pelota.

Yojimbo por un puñado de dólares


Cada vez que veo "Yojimbo" me dan ganas de sacar a relucir mi katana y repartir mandobles por doquier. ¿Hay película de Kurosawa más influyente que "Yojimbo"? Podríamos preguntárselo a Sergio Leone y luego a Tarantino y su cara se les pondría del mismo color de la sangre que corre por los fotogramas del film.



Invito a verla una y otra vez, a dejarse mecer por la música de Masaru Satoh y su orquesta en unos títulos de crédito épicos, copiados hasta la saciedad, ultra míticos y con un ritmazo no superado todavía. Invito a sentarse con algo de sushi y sake a visionar una película que te hace temblar al comienzo, te sacude las entrañas durante, y te coloca en tu sitio después.





"En todas mis películas hay por lo menos tres o cuatro minutos de verdadero cine" Akira Kurosawa.

Me dan bastante envidia los escritores que saben describir un paisaje sin parecer demasiado explicativos, demasiado descriptivos o demasiado accesorios.
Recuerdo unos deliciosos entreactos de Valle Inclán que me dejaron patidifuso cuando los leí. Recuerdo a John Fante y una ciudad de Los Angeles que yo recreaba en mi mente como si estuviera allí. Recuerdo también descripciones brillantes de Fitzgerald, Durrell, Verne y Golding. Pero nunca sé en qué medida hay que describir un paisaje. ¿Alguien se acuerda de "Las afinidades electivas", de Goethe? La edición de La Oficina con láminas de Friedrich es sencillamente bestial.
¿Cómo describir un paisaje real? ¿Cómo hacerlo especial? ¿Cómo darle ese "algo más" que obliga a mirar al mismo paisaje con nuevos ojos? ¿Cómo conseguir añadirle algo al paisaje físico, al paisaje emocional incluso?

Ejemplo que da envidia:

"La locomotora emitió un grito ronco. Había alcanzado el Semmering. Durante un minuto los negros vagones descansaron en la luz plateada de las alturas, arrojaron unas cuantas personas, se tragaron otras, unas voces enojadas cruzaron de un lado a otro, después la máquina enronquecida volvió a gritar allí delante y, traqueteando, arrastró la oscura cadena hacia abajo, en dirección a la entrada del túnel. Nítido, extenso, y con fondos claros, barridos por el viento húmedo, volvió a aparecer el paisaje."

Stefan Zweig, "Ardiente secreto". Traducción de Berta Vias. Ed. Acantilado.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Me estoy despidiendo...

...de unas calles, de un ritmo, de un aire.
De un caminar que casi se me escapa, de mi sombra, de un color y un olor, de unos barrios que ya no lo son, de una violencia contenida y de una violencia palpable, de una variedad, de unos estímulos, de una noche, de muchas mañanas, de ninguna gracia. Ninguna puta gracia.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Mundo Handke


"Todo proviene del lugar de origen, de los padres, de los antepasados. Naturalmente, uno también se hace a sí mismo, pero no es posible hacerse enteramente. En ningún sentido. No, todo está allí. Antes pensaba a menudo, Dios mío, ¿por qué no he nacido a orillas del Mississippi, como William Faulkner? Pero ahora sé que los riachuelos de mi infancia eran el Mississippi. O pensé, cuando tenía veinte años y leía a Thomas Wolfe y Sherwood Anderson o Dreiser y John Steinbeck, vaya, qué mundo más ancho, y en mi casa todo tan estrecho. Hoy sé que fueron ellos, los escritores, los que lo crearon. Yo lo tengo que hacer también, hace tiempo que lo sé, y lo puedo hacer, pues este mundo ancho siempre estuvo allí. Sólo que yo lo ignoraba, en mi mente parcialmente obtusa, porque siempre existía en mí el sueño del hombre grande en los hombres pequeños que veía en mi pueblo. Hoy ya lo sé."
Peter Handke

sábado, 5 de noviembre de 2011

POE DORÉ

Gustave Doré ilustró la edición de "The Raven" de Edgar Allan Poe de 1884.
No hago más que alucinar.











Hermitage goes El Prado

Lo sabe todo el mundo, pero me sumo a la promoción.
Museo del Prado y Museo del Hermitage.
Madrid y San Petersburgo.
Pasen y vean.