Sí, es verdad. ¡Y qué! Ando cabreado un rato. Agotado, más bien. Y el cansancio extremo me produce desazón y mala baba. Y se nota. ¿Irascible? Sí. ¿Vago? Vale, también. ¿Susceptible? ¿Más? Sí. ¿Ansioso? Claro, siempre. Se siente, pero es que mayo es el mes de las flores. Las flores del mal.
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