"Y mientras ellos andaban tan despreocupados buscando su destino, el resto seguía dando codazos para demostrar su hegemonía, evitando la mirada para mantenerse distante, comprando bienes e inmuebles como si fuera el apocalipsis y abandonando a niños en centros comerciales. Su escapismo era casarse o tener hijos, o todo a la vez. El de ellos era enfrentarse a una realidad adversa pero sobrellevable por la costumbre. Dijeron "una vez más, y si no lo logramos, claudicamos", y ahí estaban, nadando a contracorriente".
martes, 9 de agosto de 2011
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