viernes, 23 de marzo de 2012

Pintar el cine, filmar la pintura

Akira Kurosawa quiso ser pintor una vez, pero al final se dedicó al cine, donde no sólo pintó mucho que pintó mejor que bien.
Cuando, ya consagrado como cineasta y con presupuestos mayores de los que habría podido soñar, se dedicó a dibujar con su particular estilo los planos de lo que acabarían siendo los fotogramas de películas inmensas como "Kagemusha" o "Ran".
Otto volvió a ver ambas obras maestras hace poco y cayó en la cuenta de lo ultra-pictórico de los planos y las secuencias. Buscó y -es lo que tiene buscar- encontró. Hay libro al respecto, aquí. Y aquí hay varios magistrales ejemplos:









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