lunes, 26 de marzo de 2012

Si te gusta, te gustará...


No. Lo siento, pero no. Ando un poco harto con el tema reseñador en general. La crítica, la prescripción, la recomendación. Y mi decisión es NO. No sirve la comparación, no sirve la descripción, no sirve la aproximación. ¿Tiro piedras contra mi propio tejado? Claro, es mi deporte favorito. Pero así lo siento y así lo expreso. ¿No es bien cierto que la prescripción está sobrevalorada? ¿Por qué debo saber que ese libro o ese disco o ese whisky remiten a esos otros libros, discos, whiskys? ¿Por qué debe utilizarlo para recomendarlo? ¿Acaso no es eso un modo burdo y fácilón de intentar acercarse a ellos?
Vale, pero entonces, ¿cómo explicar algo? Y lo peor, ¿cómo recomendarlo?
Pues la fórmula existe, pero no abunda.
Sigo en ello, en buscar ejemplos de calidad para luego copiarlos. Pero cuesta.
Que lo que me gusta a mí no tiene por qué parecerse a lo que te gusta a ti es evidente.
Ahí no entro. Pero que yo considere que mencionar (ahora twittear o postear o facebookear...) otra referencia más o menos cercana a la que se está reseñando sea la herramienta para reseñarla, pues no. NO.
¿Cómo hacer que los demás vayan a escuchar ese disco o leer ese libro? No hay manera y no debe haberla. ¿Por qué debería? la prescripción cultural ( o no cultural) está sobrevalorada.
Es más, está obsoleta y caduca. Pero sigue funcionando, eso ya lo sé, ya lo sé, ya lo sé...

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