Muchos pensábamos hace años que los libros se comunicaban mientras nosotros dormíamos. Que las portadas de Julio Verne miraban desafiantes a los Mortadelos y éstos guiñaban el ojo a Jane Austen, que a su vez mordía el cuello a Bram Stoker. Una auténtica fiesta nocturna protagonizada por libros, estanterías, pasadizos secretos y personajes de ficción en nuestra casa, de noche, cuando nuestros sueños más profundos tienen lugar en nuestras cabecitas. ¿No colocabais los libros en función de las posibles aventuras y los plausibles cruces que éstos pudieran tener en esos momentos?
No, yo tampoco, pero hubiera estado bien si supiéramos que acabarían haciendo cosas como estás:
Esta librería está en Toronto. Este cortometraje se llama "The Joy of Books".
No perdáis detalle.
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