Decidido está. Voy a escribir mi primera novela para adultos. Me va a costar, pero está en marcha. Bueno, lleva en marcha meses, años, de hecho. En mi cabeza se fraguó cuando todavía jugaba con pistolas de plástico. Ahora debe pasar a mis dedos. Como el jinete eléctrico de Pollack en aquella maravillosa película, cabalgaré a contracorriente, con banda sonora vaquera, con lucecitas de neón y caballo adormilado a través de un mundo que ya no comprendo, hacia un final absurdo y patético. Y la terminaré como sin darme cuenta, un día de primavera.
Palabra de cowboy.
Suerte, Otto. Seguro que haces un gran libro.
ResponderEliminar¡Vaya, gracias, Antonio!
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