La figura de Rand es FASCINANTE. Como un Wittgenstein pasado de vueltas, Rand fagocitó toda la filosofía y decidió descartar la que no le aportaba nada (Platón, Kant, Hegel, Marx, Nietzsche) y adaptar la que sí le interesaba (Aristóteles y poco más) para su propio corpus philosophicus, el Objetivismo. El mensaje de la película, en la que Gary Cooper encarna a un insobornable, independiente y orgulloso arquitecto, viene a decir que el hombre, -cada hombre-, es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros. Debe existir por sí mismo y para sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros para sí mismo. La búsqueda de su propio interés, propio racional y su propia felicidad es el más alto propósito moral de su vida. Es fácil comprender que en el mundo en el que nos movemos, que tiene una tendencia irresistible por colocar a sus individuos en grupos y colectivos, que no sólo no entiende ni acepta el individualismo, sino que ha conseguido convertirlo en el más grave pecado contra la solidaridad y la tolerancia, se hable poco de Ayn Rand y prácticamente se haya olvidado la existencia de sus obras. Pero Rand merece salir del olvido, Rand debe ser reeditada y leída en todas las escuelas, institutos y universidades. Y cuando uno está del colectivo hasta las narices, pues llega Rand y le lanza un cable a través del tiempo y el espacio.
El discurso final de Gary Cooper (hasta el momento en que se rodó la peli -1949-, el más largo de la historia del cine), es épico. Aunque la propia Rand (que seguía el guión y el rodaje del film al milímetro) se enfadó con Cooper por su falta de entusiasmo y su floja interpretación (Cooper contaba ya 47 años y ciertamente estaba algo tocado), la parrafada es memorable.
- Nota 1: recuerdo a Sawyer ("Lost") leyendo este libro en algún capítulo de la serie.
- Nota 2: actualmente es difícil encontrar libros de Rand en España. Que alguien me lo explique.
- Nota 3: aquí, aquí y aquí se puede ver y escuchar a Rand en varias apariciones televisivas de mucho nivel. Maravillosos los 2 primeros minutos del último youtube. Escuchar a Rand autodefiniéndose ante las preguntas/interrogatorio (“¿Quién es usted?”, ¿Por qué ha venido a USA?”…) que el periodista le lanza, es una gozada.
- Nota 4: el Instituto Ayn Rand es una maravilla. Pasen y vean.
- Nota 5: sí, el dichoso monólogo, lo sé. En la siguiente entrada, venga.
Gran peli!. Yo nunca he sido un gran aficionado a los remakes, pero últimamente he desarrollado una verdadera fobia hacia las revisiones de clásicos (o no). No importa si el resultado es bueno, aceptable o bochornoso, me repele el hecho en sí de la falta de ideas que obliga a echar mano de films que no deberían ser profanados. Llamadme integrista...
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