Ready to Start

Porque ante todo un disco es un estado de ánimo, "The Suburbs" se convierte en mi estado de ánimo actual. "Oh, qué tristón, pues", dirán algunos. Pero es que no saben escuchar, digo yo.
Arcade Fire ha editado un disco magnífico, que no entraré a reseñar al detalle porque los estados de ánimo son algo muy personal. Es un disco que no puedo parar de escuchar, pero con eso no digo nada de nada, lo sé. Me da ganas de salir corriendo a la deriva, de besar a la persona que más quiero, de pegar a la que más odio, de comprar cosas bonitas para casa, de leer en el balcón, de estirarme en el suelo, de bucear, de sacar la nieve atascada en el porche y de preparar sopas de verdura. "¡Pero qué soberanas estupideces, Otto!", dirán algunos.
"Ya, lo sé, pero es que mi estado no es tu estado de ánimo, desgraciao", responderé yo.

También es un disco que me da ganas de hablar con los amigos en una estación de servicio mientras repostamos. Aquellas conversaciones que aparentan no ser trascendentes y luego lo son. Las portadas diferentes que se han diseñado para "The Suburbs" son preciosas. Es un disco que debería adquirirse en su edición de vinilo. No digo más, y no soy un purista, lo juro.

Aquí la portada