jueves, 19 de mayo de 2011

Azúa azota


Leyendo la muy interesante revista cultural on-line JOT DOWN veo una pestaña sobre "Actualidad" en la que el pensador estético Féliz de Azúa es entrevistado a raíz de varios temas de la ídem político-artística. Surge la arquitectura y me sumo a él: Barcelona es aburrida y no hay nada que ver. Y por fin alguien dice que la Sagrada Família es fea, un pastiche, un centro de peregrinación para turistas "made in Las Vegas". Bravo. Y luego ataca a la gente que visita los museos en general. Y suelta perlas como "Eso (refiriéndose el Google Art Project) se ha inventado precisamente para que la gente deje de ir a los museos, cosa que agradeceríamos muchísimo los que vamos a ellos. Ahora por ejemplo he tenido que ir a un par y están llenos de gente que los odia. Los niños no tiene nada que hacer ahí dentro, deberían estar jugando, pegándose y esas cosas que hacen los niños. Luego hay muchísimos ancianos que tendrían que estar en su casa meditando sobre su próxima muerte. Los museos están llenos de grupos de turistas japoneses o chinos que no tienen nada que ver con nosotros, y cuando están viendo una crucifixión deben estar viendo, no sé, algo parecido al carnaval de Shanghái. Como nosotros cuando vemos una deidad sintoísta, no tenemos ni idea de lo que ahí está sucediendo". Bravo. Y luego, como todo cascarrabias de pro, ataca el libro electrónico, pero yo le perdono. Y luego, al respecto de España como posible actor importante a cualquier nivel socio-político-cultural, Azúa suelta: "España es un país absolutamente impredecible. Es como México o Argentina, no pertenece al orden de las naciones serias, predecibles: esto es un circo, una corrala. Así que pasado mañana nos podemos hacer islamistas porque lo deciden unos que salen en un programa de la Tele y gustan o porque lo decide el gobierno de Zapatero. Vaya usted a saber. El mercado editorial español es como todo lo español, una cosa improvisada que se hace de cualquier manera, nadie sabe exactamente qué es lo que está haciendo". Así, así, el dedo en la llaga. Y luego dice "Lo políticamente correcto es el fascismo contemporáneo". Y paro ya. Más aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario