
Es curioso que hace cuatro días pasase por delante de la Fundació Tàpies y mirara fascinado, como siempre hago, su fantástico techo de metal pensando: "Está especialmente iluminado".
Estaba especialmente iluminado, quiero creer, porque la luz de la pintura del artista catalán estaba dando sus últimos estertores. Y justo me pilla escribiendo sobre la muerte de...bueno...eso es otra historia y habrá que contarla en otra ocasión.
Descanse en paz o como usted quiera, Sr Tàpies.
Yo siempre lo he recordado porque siempre lo he adorado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario