viernes, 21 de mayo de 2010

En Grand Central Station me senté y lloré.


Aquí la mujer que espera y no llora. Todavía.
Ha sido encontrar esta estampa en la red y pensar automáticamente en un relato maravilloso de Patricia Highsmith titulado "Pájaros a punto de volar". ¡Qué cuento más cabrón, pardiez, qué bello!

No hay comentarios:

Publicar un comentario