Hay cosas que no deben hacerse. No deben hacerse jamás. No sé, como ir muy guapo a una fiesta de guapos (hay que hacer todo lo contrario), ir muy feo a una fiesta de feos (hay que hacer todo lo contrario), apuntarse a clase de boxeo cuando se es miope (hay que convertirse en presidente del club de nerds del highschool), decidir tocar el piano cuando se tienen dedos de carnicero (hay que hacerse matón o carnicero, que para el caso…), querer cantar cuando no aciertas una (esto debería provocar descargas eléctricas severas) o apuntarse a clases de danza cuando eres James Dean. NO. No, James Dean, eso no tocaba. ¡Mira qué cara se te quedó, leñe!
Nota 2: James Dean, entre nosotros, tampoco era taaaan guapo. Para muestra, una foto que se hizo en el fotomatón con 15 años:
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