jueves, 25 de marzo de 2010

Grattage



Meritxell Ribas es una de las pocas ilustradoras de este país que controla la técnica del grattage. Grattage es una palabra francesa que significa "rascar". En una capa de tinta seca que está sobre una capa de yeso en una plancha rígida se rasca con algún instrumento punzante y así va saliendo el blanco. Digamos que sería como dibujar al revés, sacar siluetas del negro y no pintar en una hoja en blanco. Thomas Ott hace lo mismo.
Los inconvenientes consisten en que para reproducir esta técnica hay que fotografiar las capas una a una y, a la hora de imprimir, no permite grandes ampliaciones ni reducciones.
Después del éxito de la autoeditada “Pincel de zorro”, Merixell y su fiel compañero Sergio A. Sierra editaron “Frankenstein o el moderno Prometeo” para Parramon. Sí, una adaptación de la novela de Mary Shelley, claro. Osea, era una novela gráfica, también con la técnica del grattage. La editorial, para qué vamos a engañarnos, no hizo un buen trabajo de edición. Tapa blanda, tamaño del álbum, calidad del papel, de la tinta: todo trastocado, poco fiel a los originales y engañoso para el lector final, pero sobretodo injusto para el trabajo original de Meritxell. La edición francesa tuvo tapa cartoné pero mismos errores de edición, en detrimento de la calidad y del esfuerzo que conlleva la técnica mencionada. En portugués el álbum ha corrido mejor suerte. Todo con sus negros y sus grises contrastados, página más grande, mejor tinta, mejor todo.
Recomiendo efusivamente su lectura y posterior disfrute, vale mucho la pena.
Y aprovecho para anunciar que la pareja en cuestión tiene, entre otros muchos proyectos, uno con la editorial La Galera: “Ondina”, una adaptación de la clásica leyenda francesa. Novela gráfica de nuevo. Y seguro que bien editada, faltaría. Estamos esperando.




Aquí abajo una viñeta de Thomas Ott al grattage:


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