Y cierro ya este capítulo autocomplaciente con los últimos parecidos razonables que me quedaban en el tintero. Insisto: algunos los veo yo, otros los ven los demás. Hay Ottos más jóvenes, hay Ottos más viejunos, pero todos están en el mismo Otto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario