Otto ha pensado: ¿Cuántas oportunidades tiene uno de pasear por una ciudad en horario no comercial (80% de las tiendas cerradas a esa hora), sin llaves, sin papel ni lápiz, sin dinero, sin documentación?
Y así lo ha hecho. Otto se ha pateado el barrio de arriba abajo. Y le ha entrado una morriña extraña. Ha visto tiendas que no recordaba que existieran, ha buscado otras en vano, ha percibido olores intensos, ha visitado un pequeño parque oculto en un patio interior no privado, ha sonreído a algunas personas que compraban en los mercados, se ha encontrado a dos conocidos (“¿qué haces por aquí?, nada, deambulando, ah, adiós, adiós”) y como colofón final del periplo, ha sido atacado por una paloma. Sí, sí, una paloma se ha cagado en el hombro derecho de Otto. Así, just like that, paf, chof, cataplof. ¿Debía Otto haberse quedado en casa? Pues quizá sí.
Aún con todo, esos días son los mejores : )
ResponderEliminarBastante de acuerdo. El día ha tenido momentos muy buenos :)
ResponderEliminarjeje i la reunió?
ResponderEliminarpos no fui :P
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