“Se deslizaba por el bosque de árboles sin copa, en dirección a la esfinge, que la esperaba impaciente. La presencia de la esfera roja, siempre al acecho, dejó de preocuparle hace ya tiempo. Era el momento de andar sin demora y, sobre todo, sin mirar al frente”.
domingo, 31 de enero de 2010
sábado, 30 de enero de 2010
Este es el ballet Corella interpretando el "Romeo y Julieta" de Prokofiev en el acto donde Capuletos y Montescos se encuentran. Ups. Han habido otras puestas en escena de esta maravilloso momento, pero esta es especialmente impactante. No sé a vosotros, a mi me da miedito.
De aquello que ya he hablado con G.P. y alguien más, sigo en mis trece: John Williams y su marcha imperial para la banda sonora de Star Wars suena peligrosamente a este fragmento. Sí, lo siento. Y lo aplaudo. Pero se nota demasiado.
De aquello que ya he hablado con G.P. y alguien más, sigo en mis trece: John Williams y su marcha imperial para la banda sonora de Star Wars suena peligrosamente a este fragmento. Sí, lo siento. Y lo aplaudo. Pero se nota demasiado.
jueves, 28 de enero de 2010
Smoke gets in your (my) eyes
En esto que uno decide levantarse sin despertador, relajado, y encaminarse hacia la oficina intentando evitar a los fumadores, al humo en general. La mañana era fresca y soleada y no quería oler a tabaco, algo cada vez más difícil de lograr en este país, incluso sin entrar en bares, tan solo caminando por las calles. Evita a este tipo, esquiva a este otro, finta a una jovenzuela, dribla a una jubilada, revés por aquí, amago por allá, limpito de humo de tabaco y silbando al pasear. Se acerca el PERO del post...
…pero a quince metros de la puerta de la oficina me cruzo con alguien que no me cae bien. Finjo no haberlo visto (hoy llevaba gafas de sol y eso siempre ayuda a hacerse el sueco) y sigo silbando, PERO el maldito roedor parece ser que tenía tiempo libre y ganas de comentar la jugada (¿qué jugada, tío? ¡no tenemos nada en común!) y va y me para.
Wow, qué divertido, y está FUMANDO. Y me echa el humo a la cara. Y no se quita las gafas de sol mientras me suelta chorradas. Y yo no me las quito tampoco (aunque siempre lo hago cuando me encuentro a alguien, tampoco sé bien por qué) y quiero salir de allí y que desaparezca el humo de mi cara, mi abrigo, mi jersey, mi día.
PERO, y este es el PERO GORDO, no se vayan todavía, que aún hay más:
Otto tiene gestos y tics defensivos que sólo él conoce. Otto suele hacer ver que bosteza (es una técnica que ha costado años perfeccionarla) cuando está aburrido. No es la idea más brillante del siglo, pero funciona. Y si el interlocutor es avispado, pues mejor.
Pero, y este es ya el PERO MÁS GORDO DE ESTE ESTÚPIDO POST, en el preciso momento en que Otto levanta los brazos para falsear el bostezo y el maldito aburrimiento de la no-conversación, el interlocutor -en un gesto mongólico- levanta su mano y consigue quemarle un dedo con el maldito cigarro. NOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!
…pero a quince metros de la puerta de la oficina me cruzo con alguien que no me cae bien. Finjo no haberlo visto (hoy llevaba gafas de sol y eso siempre ayuda a hacerse el sueco) y sigo silbando, PERO el maldito roedor parece ser que tenía tiempo libre y ganas de comentar la jugada (¿qué jugada, tío? ¡no tenemos nada en común!) y va y me para.
Wow, qué divertido, y está FUMANDO. Y me echa el humo a la cara. Y no se quita las gafas de sol mientras me suelta chorradas. Y yo no me las quito tampoco (aunque siempre lo hago cuando me encuentro a alguien, tampoco sé bien por qué) y quiero salir de allí y que desaparezca el humo de mi cara, mi abrigo, mi jersey, mi día.
PERO, y este es el PERO GORDO, no se vayan todavía, que aún hay más:
Otto tiene gestos y tics defensivos que sólo él conoce. Otto suele hacer ver que bosteza (es una técnica que ha costado años perfeccionarla) cuando está aburrido. No es la idea más brillante del siglo, pero funciona. Y si el interlocutor es avispado, pues mejor.
Pero, y este es ya el PERO MÁS GORDO DE ESTE ESTÚPIDO POST, en el preciso momento en que Otto levanta los brazos para falsear el bostezo y el maldito aburrimiento de la no-conversación, el interlocutor -en un gesto mongólico- levanta su mano y consigue quemarle un dedo con el maldito cigarro. NOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!
- Nota 1: ¿habrá comenzado mal el día de Otto para acabar bien?
- Nota 2: ¿habrá comenzado mal el día de Otto para acabar peor?
- Nota 3: ¿habrá cogido Otto el cigarro del interlocutor mongólico y lo habrá apagado en su córnea?
- Nota 4: ¿oler a tabaco y a pollo frito (así olía mi dedo minutos después de quemármelo) al entrar a la oficina es lo más asqueroso que le ha ocurrido hoy a Otto?
- Nota 5: ¿por qué desahogarse 12 horas después en este blog?
miércoles, 27 de enero de 2010
Sushi Girls
Hoy comeré sushi porque lo he soñado. Aunque también he soñado con chicas.
Estas bellas ilustraciones pertenecen a la genial Yuko Shimizu, en cuyo blog puede leerse una autobiografía simpática tal que así:
Yuko Shimizu is a New York based illustrator and an instructor at School of Visual Arts (SVA).
In 1999, she moved to NY from Tokyo, leaving behind 11 years of career in PR, to pursue her childhood dream of becoming an artist. Yuko graduated with MFA in Illustration from SVA in 2003, and illustrating and teaching since. Her work may sometimes seem strange, but Yuko is not as weird as you think. Her addiction includes: excellent milk chocolate, about 10-15 cups of black tea with milk a day, good art of any genre, traveling to places she had never been, and of course, drawing.
In 1999, she moved to NY from Tokyo, leaving behind 11 years of career in PR, to pursue her childhood dream of becoming an artist. Yuko graduated with MFA in Illustration from SVA in 2003, and illustrating and teaching since. Her work may sometimes seem strange, but Yuko is not as weird as you think. Her addiction includes: excellent milk chocolate, about 10-15 cups of black tea with milk a day, good art of any genre, traveling to places she had never been, and of course, drawing.
Just to watch him die
No se puede salir a un escenario a tocar canciones de Johnny Cash cuando tienes horchata en las venas. No, no se puede.
Sr. Howe Gelb, su banda es muy buena, su voz también. Su gusto impecable, su estilo original, su porte indiscutible. Pero no, no salga a tocar canciones de Johnny Cash si no tiene lo que hay que tener. Otto acaba de llegar de ver un show cansino, deslabazado, aburrido. Y sabe mal, porque subirse a tocar un repertorio impecable de Cash y no acariciar ni un solo tema, pues indigna. Sorry, next time. O no.
Sr. Howe Gelb, su banda es muy buena, su voz también. Su gusto impecable, su estilo original, su porte indiscutible. Pero no, no salga a tocar canciones de Johnny Cash si no tiene lo que hay que tener. Otto acaba de llegar de ver un show cansino, deslabazado, aburrido. Y sabe mal, porque subirse a tocar un repertorio impecable de Cash y no acariciar ni un solo tema, pues indigna. Sorry, next time. O no.
- Nota 1: hasta MJK y un servidor cantaron mejor aquella ya mítica noche de soltería y redención.
- Nota 2: lo de poner vídeos de Cash en la pantalla de fondo de la sala no ha ayudado.
- Nota 3: Otto tiene la voz casi tan grave como la de Cash y definitivamente más grave que la de Gelb. Lo digo por si alguien se anima a montarse banda con lo que hay que tener y le falta un cantante. Dicho queda.
- Los últimos conciertos a los que Otto ha asistido con ganas han sido un fracaso. ¿Me estoy haciendo mayor? Dammit!
martes, 26 de enero de 2010
Encontré estos sellos en un flea market de Highgate, muy cerquita del cementerio del mismo barrio, y ahora mismo no sé a quién enviarle cartas con ellos. Lo bueno de los que no tenemos idea de numismática es que acabamos coleccionando las mismas chorradas que los que sí saben del tema. Por cierto, el cementerio de Highgate es una maravilla.
lunes, 25 de enero de 2010
"Fog everywhere. Fog up the river, where it flows among green aits and meadows; fog down the river, where it rolls deified among the tiers of shipping and the waterside pollutions of a great (and dirty) city. Fog on the Essex marshes, fog on the Kentish heights. Fog creeping into the cabooses of collier-brigs; fog lying out on the yards and hovering in the rigging of great ships; fog drooping on the gunwales of barges and small boats. Fog in the eyes and throats of ancient Greenwich pensioners, wheezing by the firesides of their wards; fog in the stem and bowl of the afternoon pipe of the wrathful skipper, down in his close cabin; fog cruelly pinching the toes and fingers of his shivering little 'prentice boy on deck. Chance people on the bridges peeping over the parapets into a nether sky of fog, with fog all round them, as if they were up in a balloon and hanging in the misty clouds".
“Bleak House”, Charles Dickens, 1853.
jueves, 21 de enero de 2010
miércoles, 20 de enero de 2010
domingo, 17 de enero de 2010
Silver Apples
Hoy me he levantado pensando en los padres del invento. Los padres en general. El invento en general.
...pausa para entrar en youtube y asimilarlo...
Cuando tu primo enrollado o el amigo de tu amigo con ínfulas de experto musical te dicen que Pitchfork es la biblia y que Animal Collective son lo más, te dan ganas de decir que en 1969 estos tipos sampleaban a Ravel con sintetizadores que luego pasaban al revés en el estudio de grabación. Que hacía minimal antes que nadie, fusilaban ruidos ambientales con un proto-Kraut Rock de órdago, buscaban frecuencias de radios rusas y las ponían en loop mientras cantaban encima. Reverberaban cacofonías, beeps y claxons de coche con ritmos de marcha militar. Electrónica antes de la electrónica. Vanguardistas, exóticos, experimentales, gente que necesitaba un lenguaje y se inventaba un alfabeto.
Danny Taylor y Simeon, un dúo bizarro de NY que tocaban un instrumento de ciencia-ficción: un sintetizador de nombre Simeon que tenía nueve osciladores de audio y 86 controles manuales. 86 (a la luna se llegó con mucho menos). Cuenta la leyenda que los osciladores de ritmo y voz se tocaban con las manos, los codos y las rodillas; mientras que los del bajo se tocaban con los pies. No vendieron una mierda, pero who cares?
Decir que suenan frescos todavía hoy es decir poco. Su disco homónimo es de 1968. Su segundo trabajo, “Contact”, es de 1969. Después se desvanecieron.
- Dan Deacon y Thom Yorke y tantos otros, en fila y al estrado: admitan alguna vez que Silver Apples les abrieron el camino o cállense para siempre ya. Coño.
...pausa para entrar en youtube y asimilarlo...
Cuando tu primo enrollado o el amigo de tu amigo con ínfulas de experto musical te dicen que Pitchfork es la biblia y que Animal Collective son lo más, te dan ganas de decir que en 1969 estos tipos sampleaban a Ravel con sintetizadores que luego pasaban al revés en el estudio de grabación. Que hacía minimal antes que nadie, fusilaban ruidos ambientales con un proto-Kraut Rock de órdago, buscaban frecuencias de radios rusas y las ponían en loop mientras cantaban encima. Reverberaban cacofonías, beeps y claxons de coche con ritmos de marcha militar. Electrónica antes de la electrónica. Vanguardistas, exóticos, experimentales, gente que necesitaba un lenguaje y se inventaba un alfabeto.
Danny Taylor y Simeon, un dúo bizarro de NY que tocaban un instrumento de ciencia-ficción: un sintetizador de nombre Simeon que tenía nueve osciladores de audio y 86 controles manuales. 86 (a la luna se llegó con mucho menos). Cuenta la leyenda que los osciladores de ritmo y voz se tocaban con las manos, los codos y las rodillas; mientras que los del bajo se tocaban con los pies. No vendieron una mierda, pero who cares?
Decir que suenan frescos todavía hoy es decir poco. Su disco homónimo es de 1968. Su segundo trabajo, “Contact”, es de 1969. Después se desvanecieron.
- Dan Deacon y Thom Yorke y tantos otros, en fila y al estrado: admitan alguna vez que Silver Apples les abrieron el camino o cállense para siempre ya. Coño.
¡No, no es un Boeing 747, es nuestro teclado, qué pasa!
sábado, 16 de enero de 2010
He terminado otra lectura pendiente, “El almanaque de mi padre”, de Jiro Taniguchi, y sólo puedo decir obviedades: Taniguchi es uno de los mejores mangakas que existen, su profundidad emocional está por encima de la media, y su linea clara es magnífica. Muy emocionante, Otto lo ha disfrutado mucho.
A veces pospones una lectura (o una peli o un disco) porque sabes que va a tocarte la fibra. Lo sabes y lo pospones. Y un día el libro aparece ante ti, reclamando que lo abras y lo leas. Eso sucedió hace una semana en casa, mientras Otto buscaba otra lectura para un sábado tonto.
Acabo de pasar la última página “El almanaque de mi padre” y no sé qué decir porque todo está ya dicho. Su blog de fans aquí. Y una aparición/entrevista interesante:
Imprescindibles de Taniguchi:
El almanaque de mi padre
Barrio lejano
La época de Botchan
Tierra de sueños
El caminante
El viajero de la tundra
El olmo del cáucaso
Autómatas ilustres
Ahora que repaso el libro de Marta Peirano y vuelvo a asombrarme con el maravilloso mundo de los autómatas, los muñecos y sus creadores, me viene a la cabeza la obra de Hans Bellmer.
Bellmer nació en Katowice, Polonia, en 1902. Hijo de un ingeniero muy autoritario, es obligado a estudiar tipografía y trabajar en una mina de carbón cerca de Berlín, donde conoce a George Grosz y se enciende la mecha. Allí comienza a experimentar sus pulsiones artísticas y monta una suerte de muñecas en el Berlín-Karholst, imágenes bizarras de impúberes muchachas desnudas, algo que nadie había hecho antes.
Hechas primeramente de juguetes rotos encontrados en una caja de su infancia, estas muñecas son una visión sádica donde las niñas que representan son víctimas de los peores excesos. Son juguetes pícaros que exhiben pechos hipertrofiados y mutilaciones brutales, como si de algún modo Bellmer sugiriese lo que va a ocurrir en breve en Alemania y luego en toda Europa. Su arte es incómodo, y ya se sabe que si te tildaban de incómodo o degenerado te ibas automáticamente a París.
Y si llegas a París y conoces a Duchamp, Ray y a otros sospechosos habituales, pues como que tu arte empieza a tener salida. Bellmer también hace fotos, dibuja y escribe “Die Puppe” (“La muñeca”), donde explora todavía más el universo de las muñecas extremas. Y sigue escandalizando. Después lo inevitable: campo de concentración, huída al sur de Francia, se casa, tiene dos hijos, se separa, vuelve a París y se casa de nuevo. Y luego cosas peores.
“Toda experiencia humana debe ser fantástica”, decía Bellmer, y eso remite un poco a lo de Breton: “La belleza será convulsa o nada”.
Con la obra de Bellmer, uno tiene la impresión de que fantasear es peligroso, pero de eso va la cosa. Las dos veces que he visto algo de Bellmer en directo, casi ha sido más constructivo fijarse en el público que mira su obra que en la obra misma. Es un arte que arremete, y eso está bien. A Otto le hace pensar en las pinturas negras de Goya, algo de Escher, Piranesi, Archimboldo, Otto Dix, Thomas Ott, los Atlas de Anatomía Humana de hace siglos y las muñecas de Famosa con diseñadores de las SS. Y la música que me viene a la cabeza cuando aplaudo la obra de Bellmer sólo puede ser ésta:
Bellmer nació en Katowice, Polonia, en 1902. Hijo de un ingeniero muy autoritario, es obligado a estudiar tipografía y trabajar en una mina de carbón cerca de Berlín, donde conoce a George Grosz y se enciende la mecha. Allí comienza a experimentar sus pulsiones artísticas y monta una suerte de muñecas en el Berlín-Karholst, imágenes bizarras de impúberes muchachas desnudas, algo que nadie había hecho antes.
Hechas primeramente de juguetes rotos encontrados en una caja de su infancia, estas muñecas son una visión sádica donde las niñas que representan son víctimas de los peores excesos. Son juguetes pícaros que exhiben pechos hipertrofiados y mutilaciones brutales, como si de algún modo Bellmer sugiriese lo que va a ocurrir en breve en Alemania y luego en toda Europa. Su arte es incómodo, y ya se sabe que si te tildaban de incómodo o degenerado te ibas automáticamente a París.
Y si llegas a París y conoces a Duchamp, Ray y a otros sospechosos habituales, pues como que tu arte empieza a tener salida. Bellmer también hace fotos, dibuja y escribe “Die Puppe” (“La muñeca”), donde explora todavía más el universo de las muñecas extremas. Y sigue escandalizando. Después lo inevitable: campo de concentración, huída al sur de Francia, se casa, tiene dos hijos, se separa, vuelve a París y se casa de nuevo. Y luego cosas peores.
“Toda experiencia humana debe ser fantástica”, decía Bellmer, y eso remite un poco a lo de Breton: “La belleza será convulsa o nada”.
Con la obra de Bellmer, uno tiene la impresión de que fantasear es peligroso, pero de eso va la cosa. Las dos veces que he visto algo de Bellmer en directo, casi ha sido más constructivo fijarse en el público que mira su obra que en la obra misma. Es un arte que arremete, y eso está bien. A Otto le hace pensar en las pinturas negras de Goya, algo de Escher, Piranesi, Archimboldo, Otto Dix, Thomas Ott, los Atlas de Anatomía Humana de hace siglos y las muñecas de Famosa con diseñadores de las SS. Y la música que me viene a la cabeza cuando aplaudo la obra de Bellmer sólo puede ser ésta:
viernes, 15 de enero de 2010
jueves, 14 de enero de 2010
Nadya Sheremet es una ilustradora moscovita a la que rindo pleitesía. Simple y retorcidamente genial. ¿Ecos de Maruo? Sí, so what? Su flickr aquí.
martes, 12 de enero de 2010
London´s not Burning
El síndrome Yoko
Pamela era guapa y muy maja. Digamos que era guapa.
“Que no venga a los ensayos”, le decían Manzarek y Krieger a Jim Morrison, pero ella erre que erre. “La hemos visto con otros por ahí”, le decían a Jim sus amigos, pero él se reía, porque flirteaba mucho más que ella. Pamela Courson, nacida el 22 de diciembre de 1946 en algún lugar de California, compañera de andanzas del maldito Jim Morrison desde la gestación de The Doors y hasta el fin de sus días en París. “Si tú me la pegas, yo te la pegaré el doble”, le decía a Jim. Y así lo hacía, pero a él le importaba bien poco. “Si tú te drogas, yo me drogaré el doble”, le soltaba al Lizard King. Y así lo hacía. Who cares?
“Vámonos a París, quiero ser poeta y rendir homenaje a Baudelaire y Huxley”, le dijo Jim a Pam. Y allí se fueron. Morrison palmó el 3 de julio en París, en la bañera de su casa en el barrio de Marais, a lo Marat. No hubo autopsia, así que todo el mundo pudo inventarse una versión de su defunción: paro cardíaco, intoxicación etílica, sida, resbalón chim pum, sobredosis, whatever. Pamela aguantó hasta el 25 de abril de 1974, cuando fue encontrada estirada en la alfombra de su dormitorio más seca que la mojama. Sobredosis dictamina el certificado de defunción, pero también hay versiones confusas. Nadie vistió de negro en su funeral, no se sabe por qué. Nadie dijo nada, ni speech del cura ni de la familia ni nada. Manzarek tocó una parte del tema “Orange Country Girl”, y todos a casa. Pamela fue enterrada en Disneyland, y Jim, como todo el mundo sabe, está en Père-Lachaise. El epitafio de Morrison dice “Kata Ton Daimona Eaytoy”, que traducido del griego viene a decir que cada cual tiene sus propios demonios. Ea.
“Que no venga a los ensayos”, le decían Manzarek y Krieger a Jim Morrison, pero ella erre que erre. “La hemos visto con otros por ahí”, le decían a Jim sus amigos, pero él se reía, porque flirteaba mucho más que ella. Pamela Courson, nacida el 22 de diciembre de 1946 en algún lugar de California, compañera de andanzas del maldito Jim Morrison desde la gestación de The Doors y hasta el fin de sus días en París. “Si tú me la pegas, yo te la pegaré el doble”, le decía a Jim. Y así lo hacía, pero a él le importaba bien poco. “Si tú te drogas, yo me drogaré el doble”, le soltaba al Lizard King. Y así lo hacía. Who cares?
“Vámonos a París, quiero ser poeta y rendir homenaje a Baudelaire y Huxley”, le dijo Jim a Pam. Y allí se fueron. Morrison palmó el 3 de julio en París, en la bañera de su casa en el barrio de Marais, a lo Marat. No hubo autopsia, así que todo el mundo pudo inventarse una versión de su defunción: paro cardíaco, intoxicación etílica, sida, resbalón chim pum, sobredosis, whatever. Pamela aguantó hasta el 25 de abril de 1974, cuando fue encontrada estirada en la alfombra de su dormitorio más seca que la mojama. Sobredosis dictamina el certificado de defunción, pero también hay versiones confusas. Nadie vistió de negro en su funeral, no se sabe por qué. Nadie dijo nada, ni speech del cura ni de la familia ni nada. Manzarek tocó una parte del tema “Orange Country Girl”, y todos a casa. Pamela fue enterrada en Disneyland, y Jim, como todo el mundo sabe, está en Père-Lachaise. El epitafio de Morrison dice “Kata Ton Daimona Eaytoy”, que traducido del griego viene a decir que cada cual tiene sus propios demonios. Ea.
lunes, 11 de enero de 2010
domingo, 10 de enero de 2010
Recomendado por MJK, Otto acaba de ventilarse “La oreja de Murdock”, de Castle Freeman Jr. (Mondadori, 2009), de original título “Go with me”. Una hora y media de tensión, diálogos punzantes, ritmo más que veloz y trama sencilla e impecable.
Una novela de cacique leñador, novio a la fuga, novia cabreada, sheriff vago y un tipo muy grande y un tipo muy viejo y muy listo. Y un magnífico coro griego de bebedores de cerveza más cotillas que las cotorras. Una historia que podía haber escrito Cormac McCarthy pero no. Un relato breve e intenso que podría haber firmado Flannery O´Connor pero no. Una historia de personajes que podrían llevar al cine los Cohen Bros pero no. O incluso una pieza teatral que podría haber firmado el mismísimo Beckett pero no. Una lectura que tenía pendiente del recién finiquitado 2009 y he devorado este domingo de estornudos, té y mantita verde sobre mi regazo (qué imagen tan sexy, pardiez…).
Aquí unas reseñas, por si Otto no os acaba de convencer:
“Una historia sencilla pero contundente, de resonancias clásicas. Es difícil resistirse a este autor. Magnífico”. People
“Si todas las novelas que se publican fueran tan buenas como esta, los americanos leeríamos más”. Kirkus Review
“Esta novela es una gema que brilla intensamente y corta como un cuchillo”. Boston Globe
Nota 1: Sí, lo siento, otra vez linkeo esta peli. ¡Es que me persigue a todas partes y encima me recuerda en parte a esta novela!
Nota 2: Yo no pondría a los Cohen dirigiendo esta peli, no. Creo que Atom Egoyan lo haría mejor. O Sam Raimi, o algún canadiense rudo.
Una novela de cacique leñador, novio a la fuga, novia cabreada, sheriff vago y un tipo muy grande y un tipo muy viejo y muy listo. Y un magnífico coro griego de bebedores de cerveza más cotillas que las cotorras. Una historia que podía haber escrito Cormac McCarthy pero no. Un relato breve e intenso que podría haber firmado Flannery O´Connor pero no. Una historia de personajes que podrían llevar al cine los Cohen Bros pero no. O incluso una pieza teatral que podría haber firmado el mismísimo Beckett pero no. Una lectura que tenía pendiente del recién finiquitado 2009 y he devorado este domingo de estornudos, té y mantita verde sobre mi regazo (qué imagen tan sexy, pardiez…).
Aquí unas reseñas, por si Otto no os acaba de convencer:
“Una historia sencilla pero contundente, de resonancias clásicas. Es difícil resistirse a este autor. Magnífico”. People
“Si todas las novelas que se publican fueran tan buenas como esta, los americanos leeríamos más”. Kirkus Review
“Esta novela es una gema que brilla intensamente y corta como un cuchillo”. Boston Globe
Nota 1: Sí, lo siento, otra vez linkeo esta peli. ¡Es que me persigue a todas partes y encima me recuerda en parte a esta novela!
Nota 2: Yo no pondría a los Cohen dirigiendo esta peli, no. Creo que Atom Egoyan lo haría mejor. O Sam Raimi, o algún canadiense rudo.
Nota 3: Difícil la elección de la actriz que haría de Lillian. Mmm... Jennifer Connelly quizás. Perhaps.
sábado, 9 de enero de 2010
Josh & Josh
Aquí dos músicos con los que Otto disfruta, dos viejos conocidos de Otto. Josh y Josh. Ritter y Rouse. Ambos americanos exiliados por motivos del corazón. Ambos vendrán a tocar en breve. Y ahí estaremos. En este sábado de niebla, té y libros por acabar y empezar, se me antojan banda sonora ideal.
Famosos en acción
viernes, 8 de enero de 2010
Otto sueña con islas de las que hay que escapar remando en canoa contra corriente, acompañado de salmones azules que nadan al revés de su revés y réplicas muy exactas de sus hermanos susurrando: -“Salta, salta, si no pasa nada”.
Luego las aguas se calman y de repente el abismo. Catarata de tamaño descomunal. Mi hermano y colegas suyos abajo, a cientos de metros: -"Venga, salta, que es genial, no tengas miedo". Y Otto que se queda atisbando el vacío y piensa y repiensa. Todo muy azul, con una naturaleza como de Max Ernst y algo de esta peli.
Otto salta y el Otto que sueña se pone al lado del Oto que salta y lo observa como cae. Soy como una steady-cam pegada a mí mismo. Mola pero no. Y entonces chof, catachof, requetecatachof. Me hundo, rozo la arena del fondo con los pies y mientras subo a hinchar los pulmones veo a varios tipos con turbante encantando a serpientes bajo el agua, serpientes que son cuerdas que son serpientes. Y no se inmutan mientras yo asciendo hasta la superficie. Otto logra respirar, nada hacia donde está su hermano y fin.
Luego las aguas se calman y de repente el abismo. Catarata de tamaño descomunal. Mi hermano y colegas suyos abajo, a cientos de metros: -"Venga, salta, que es genial, no tengas miedo". Y Otto que se queda atisbando el vacío y piensa y repiensa. Todo muy azul, con una naturaleza como de Max Ernst y algo de esta peli.
Otto salta y el Otto que sueña se pone al lado del Oto que salta y lo observa como cae. Soy como una steady-cam pegada a mí mismo. Mola pero no. Y entonces chof, catachof, requetecatachof. Me hundo, rozo la arena del fondo con los pies y mientras subo a hinchar los pulmones veo a varios tipos con turbante encantando a serpientes bajo el agua, serpientes que son cuerdas que son serpientes. Y no se inmutan mientras yo asciendo hasta la superficie. Otto logra respirar, nada hacia donde está su hermano y fin.
Nota 1: Otto no se droga, pero ayer mezcló vinos.
Nota 2: Si alguien ha soñado algo similar, que me llame. O mejor no.
Nota 2: Si alguien tiene el síndrome steady-cam, que me llame. Tengo la patente.
Nota 3: Si alguien ha leído a Freud, que deje de leer este blog ya.
miércoles, 6 de enero de 2010
martes, 5 de enero de 2010
Lo que la crítica dijo en su día
“Dentro de cien años, los libros de historia de la literatura francesa sólo mencionarán esta obra como una curiosidad”.
Emile Zola, 1953, sobre “Las flores del mal”.
“Su efecto es despertar la compasión, luego anularla, luego exacerbar los nervios del lector, hasta que, cuando decida que su estómago ya ha soportado bastante, lo deseche definitivamente”.
Times Literary Suplement, sobre “Muerte a crédito”.
“Si me preguntasen de qué trata El tío Vania, diría que de lo máximo que puedo soportar”. Robert Garland, Journal American, sobre "El tío Vania".
“Lo que nunca ha estado vivo difícilmente puede seguir viviendo. Simplemente un libro de temporada”.
New York Herald Tribune, sobre “El gran Gatsby”
“Mi querido amigo, quizá debo estar muerto de cuello para arriba pero por más que me devano los sesos no acierto a ver por qué alguien necesita treinta páginas para describir cuántas vueltas da en la cama antes de dormir”.
Marc Humblot, editor francés, carta de rechazo a Proust, 1912.
“Basura sentimental. Muéstrenme una sola página que contenga una idea”.
The Odessa Courier, sobre "Ana Karenina".
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