viernes, 13 de agosto de 2010

Roma


Me acaban de regalar una joya llamada "Roma", de Émile Zola -el autor favorito de mi padre- de casi ochocientas páginas y maravillosamente editado por Cabaret Voltaire. Voy a comenzarlo ya. Ah, aquí unas palabras de Zola sobre sí mismo. Me encanta:

"Su persona también responde a su talento. De cuarenta y pico años, es de mediana talla, un poco gordo, de aspecto bonachón pero obstinado. Su cabeza, muy parecida a la de aquellos que se encuentran en muchos cuadros italianos del siglo XVI, sin ser hermosa, muestra un gran carácter de poderío e inteligencia. Los cabellos cortos revolotean sobre una frente muy desarrollada; y la nariz recta se detiene, cortada claramente, como por un golpe de cincel demasiado brusco, encima del labio superior, sombreado con un bigote negro bastante espeso. Toda la parte inferior de esta gruesa figura, pero enérgica, está cubierta de barba tallada cerca de la piel. La mirada negra, miope, penetrante, vigilante, sonríe, a menudo con desdén, en ocasiones irónica, mientras que un pliegue muy particular hace retroceder el labio superior de un modo divertido y burlón. Toda su persona redonda y fuerte da la idea de una bala de cañón; ella lleva ostensiblemente su fuerte apellido de dos sílabas rimbombantes en la resonancia de ambas vocales." Émile Zola por Émile Zola


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