"Impasible, aguantaba lo que le echasen. Mirada pétrea, boca helada, rictus inmóvil. Jamás se salió de sus casillas, nada le conmovía. Pocos lograron conocerle, nadie intimó con él, pero su felicidad era inmensa, a pesar de las apariencias. Las malditas apariencias."
sábado, 7 de agosto de 2010
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