Otto está en ese momento dulce de su blog. Una semana de vida, entradas diarias y necesidad de ser visto y leído. Por primera vez en su vida hace algo que requiere de ciertas sinapsis después de cenar (Otto siempre fue más de leer por las mañanas), y eso afecta a sus lecturas, que se acumulan. Pero no hay problema. Hoy, después de siete días de blog, empezará "Los domingos de Jean Dézert", (Editorial Impedimenta, 2009), de un tal Jean de la Ville de Mirmont, escritor del que Otto no sabía nada. A ver qué tal, la cosa promete.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hugo felicita a Otto por su blog y le anima a que siga escribiendo, y le recuerda que el hecho de que no tenga comentarios no quiere decir necesariamente que no tenga lectores...
ResponderEliminarOtto, perdone la intromisión y el consejo no solicitado, pero -supongo que es lo que pasa cuando se llega a esto- no viva pendiente del numerito de reacciones acumuladas. Yo lo viví en carne propia y quema mucho. Dé todo lo que tenga que dar. Le leemos. Lo de quererle en forma de laudatorias expresiones escritas se irá dando, pero es lo de menos.
ResponderEliminarYo también voy a empezar pronto el libro de Ville de Mirmont. Besitos desde la capital del reino -el otro-.
Gracias a ambos.
ResponderEliminarHugo, eres grande y lo sabes. Y sabes que te leo también. Esa "carretera" que acabas de leer es una joya, pardiez.
Carolink, soy fan de tus textos desde hace tiempo. Sólo con saber que visitas mi blog ya me doy por satisfecho. Un beso desde una ciudad poco capital.