martes, 23 de junio de 2009

Arañando por aquí, arañando por allá...

No sé, debe ser la sangre o algo en mi ADN, pero yo atraigo a los bichos. A los bichos que pican y se cagan y se meten debajo de mi almohada. Sí, sí, debajo de la almohada. Hace unas horas, mientras me levantaba con cierto picor en el muslo y me disponía a hacer la cama, ha aparecido, DEBAJO DE MI ALMOHADA, una araña de tamaño considerable. ¡UNA ARAÑA!
Admito que de pequeño, en el bosque, debí matar algunos insectos y hasta metí algunos saltamontes en potes de garbanzos vacíos y cosas por el estilo, pero por favor, Sra. Madre Tierra, tenga piedad de mí. Hace dos semanas me convertí en John Merrick porque una avispa me picó en el párpado en Cadaqués, hace dos semanas y dos días una paloma dejó su marca en mi camisa y mi cabeza, esta mañana una araña -marrón clarito y con las patas muy encorvadas- me ha picado en la pierna y se ha quedado plácidamente debajo de mi almohada para volver a intentar algo esta noche. ¿Cómo debe ser vivir debajo de una almohada con el peso de una cabeza de un tipo de mi edad encima?
Por favor, que me dejen en paz, decidme qué he de hacer para pagar mi deuda, para redimirme, no sé, para detener a LAS ARAÑAS QUE SE METEN DEBAJO DE MI ALMOHADA, DAMN IT!
¿Qué será lo próximo? ¿Bandadas de monos de culo rojo esperándome encima de la bicicleta?
Gusanos de pesallida Gigeriana dentro de la nevera? ¿Mujeres gigantes cortándome el paso on the way to work? ¿Una mujer araña gigante? Puestos a pedir...

2 comentarios:

  1. Quizás la araña te ha pasado super poderes Otto!

    hugo

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  2. Sí, sí, el poder de ser atraído por más arañas.

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