sábado, 19 de junio de 2010
DO RE MI FA SOL LA SI
A Guido de Arezzo le debemos el origen de las notas musicales, algo que muchos se han preguntado alguna vez. O al menos yo.
De Arezzo escribió un poema en latín inspirado San Juan Bautista.
Las primeras estrofas forman el acrónimo del que luego surgirán las conocidas notas musicales:
Ut queatn Laxis Resonare fibris Mira gestorum Famuli tourum Solve pulluti labii Reatum Sancte Johanes
Sí, sí, ¿qué demonios hace ahí el Ut?
En la anotación musical inglesa y alemana, Ut fue la primera nota hasta el siglo XVIII.
Luego, los músicos italianos la cambiaron por Do, mucho más sonora. Aunque ingleses y alemanes actualmente siguen usando el Ut.
¿Y dónde aparece la última de notas, Si?
Fijáos: Sancte Johanes: las siglas S y J (que en latín se pronuncia I): Si
¿Ah, la traducción?
"Para que tus siervos puedan hacer resonar a toda voz las maravillas de tus acciones, libera sus labios impuros, San Juan".
Ea.
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