miércoles, 28 de abril de 2010
martes, 27 de abril de 2010
Corría el año 1973, y al consultorio de la Srta. Babs del periódico local de Santa Cruz (California), se enviaban cartas como ésta:
"Querida Babs, desde que su padre nos abandonó hace cuatro años, mi hijo se ha convertido en un delincuente juvenil. Me pega y me insulta. Tiene 16 años pero me dobla en estatura. Querría llamar a la policía, pero, dios mío, se trata de mi propio hijo. ¿Qué debo hacer? Una madre asustada."
Y la respuesta de la Srta. Babs fue:
"Querida madre asustada: debe examinar su problema con objetividad. Charles Manson también fue hijo de alguien, y eso no quiere decir que no deba estar entre rejas o algo peor. Entregue esa pequeña bestia a la policía y olvídese de él. Sus obligaciones como madre quedan canceladas desde el momento que él la golpeó."
Fuente: "Poder Freak. Una crónica de la contracultura. Vol. 1", de Jaime Gonzalo.
lunes, 26 de abril de 2010
Un caso de mujer brutalmente asesinada lleva al detective Mike Hammer a tirar de un hilo que no sabe dónde le puede encaminar. Pegando primero y preguntando después, Hammer logra acercarse a su intangible objetivo mientras va perdiendo amigos en el camino. Sabe que va detrás de algo gordo, lo que no se espera es que la cosa -y eso tampoco lo espera el público en ningún momento- derive en un final casi de distopía apocalíptica, de “gran verdad revelada”, de mega-conspiración mundial (algunos lo tildan de film noir de ciencia-ficción). El argumento clásico de “whatsit” (¿quizá también “macguffin”?) llevado a la perfección: hay unos “otros” que matan sin pestañear para conseguir el preciado “objeto”. Tanto esos “otros” como “el objeto” son desconocidos, y todos sin excepción buscan el objeto. En pocas películas importa tanto el “qué”, y eso me parece muy novedoso y sorprendente. No diré más porque vale mucho la pena verla y ya he dado demasiadas pistas.
Cosas que me gustan de esta película:
- referencias bíblicas escamoteadas (Lázaro, el cancerbero, Loth, el hilo de Ariadna, la cabeza de la Medusa, Pandora…)
- planos picados de los zapatos de personajes determinantes: lo primero que ves de alguien es casi siempre su calzado. Interesante
- las mujeres que aparecen en la película: o están locas o te besan al primer minuto de verte
- el sonido real de los puñetazos y mamporros varios
- la música que suena en la radio. Hablamos de los años 50, pero los protagonistas escuchan a Schubert y Brahms en contraste con la violencia salvaje del film
- los guiños que le hacen Lynch, Tarantino y Spielberg en “Lost Highway”, “Pulp Fiction” y “Raiders of the Lost Ark” respectivamente
Cosas que no me gustan:
- esa idea de gran conspiración detrás de un caso aparentemente pequeño. Los master plans me cansan, en general
- Ralph Meeker, el actor que hace de Mike Hammer, guapo pero inexpresivo
Y un poema de Christina Georgina Rossetti que aparece en el film:
Remember me when no more day by day
You tell me of our future that you planned:
Only remember me; you understand
It will be late to counsel then or pray
domingo, 25 de abril de 2010
Maniobras de escapismo
lunes, 19 de abril de 2010
Isidre Monés es uno de los ilustradores más versátiles que conozco. En su web se puede ver la gama de estilos y géneros que ha cultivado a lo largo de toda su carrera. A unos les puede gustar más su vertiente más “publicitaria” o infantil/juvenil, otros preferirán su vis más tenebrosa. Monés, aunque muchos no lo sepan, es parte del imaginario gráfico de la generación que nacimos a mediados de los años setenta del pasado siglo. Muchos hemos pasado tarde enteras pegados a juegos de mesa dibujados por él, muchos hemos tenido padres que leían con fruición el “Club del misterio”, todos cambiábamos cromos con sus dibujos y algunos teníamos la suerte de robar los “Creepy” del cajón más oculto de nuestros primos mayores para maravillarnos con sus lozanas vampiresas. Monés es un ilustrador importante, un autor con muy buen gusto y mucho bagaje. Tiene oficio, conoce todas las técnicas y nunca deja de documentarse (más de 300 libros publicados le avalan). Influenciado por toda la generación de sus contemporáneos –desde Moebius a Battaglia, o Beá- Monés afirmo que nunca se interesó por los superhéroes, cosa curiosa viniendo de una generación que en algún momento acabó dedicándose única y exclusivamente a ese género.
Curiosidades: a Monés le chifla Kafka, le gusta la música progresiva de la década de los setenta, le encantan las locomotoras y se desvive por los paisajes derruidos. Si algún día veis a un ilustrador barbudo con cara de ilustrador barbudo merodeando por el granero de un vecino, la estación de autobuses olvidada de la aldea más perdida o el túnel de la Engaña, es Monés sin duda.
Más curiosidades: ¿alguien recuerda aquél juego de mesa llamado “El imperio cobra”? ¿Y “El templo de cristal”? Síp, son suyos.
Por cierto, su hijo también dibuja.
domingo, 18 de abril de 2010
jueves, 15 de abril de 2010
lunes, 12 de abril de 2010
The Way Young Lovers Do
Abrimos nueva sección. Canciones que molan. Que me molan. A Otto le apetece desmenuzar canciones que por un motivo u otro le han marcado. Canciones que ha escuchado en mil ocasiones y que siempre están ahí, esperando refugiarse en ellas. Canciones reconfortantes, importantes, canciones beyond good and evil. “The Way Young Lovers Do”, de Van Morrison. Quede dicho que no soy fan del irlandés. Tengo tres discos suyos y poco más. Su voz me acostumbra a cansar cuando llevo escuchados ya cuatro temas. Es demasiado nasal para mi gusto, aunque sus registros y su estilo están fuera de toda duda, eso sí.
La canción per se: Incluida en el disco “Astral Weeks” (1968), esta canción no se asienta en acordes de guitarra ni tiene una estructura típica del rock o el pop (ritmo 4/4 en la batería). La frase del contrabajo -en manos del veterano músic Richard Davies- es totalmente jazzística, y el ritmo del batería es 3/4. Si alguien quiere leer esta entrada escuchando la canción, mucho mejor. O quizá mucho mejor escuchar primero la canción y luego -si hace falta (que no la hace)- leer esta reseña. ¿Sí? ¿Ya? Increíble, ¿no? ¿Qué ha sonado primero? Unos acordes de guitarra con un vibráfono. Luego entra Morrison y el baterista empieza darle a la caja mientra el contrabajo se marca unas lineas realmente alucinantes y el vibráfono sigue acompañando. También una tímida sección de metales anticipa unos arreglos, y unos violines de otro mundo van marcando cada final de frase. Llegamos al segundo 35 y la sección de vientos se marca un arreglo majestuoso, un subidón que dice “cuidado, este tema no es un tema habitual”. Y se pone la piel de gallina porque sabes –uno sabe cuando algo grande está a punto de llegar- que la eclosión es inminente. Llegamos al segundo 40 y los vientos vuelven a pegar un aviso. Llega, llega. ¡Plash! Entre el segundo 53 y el 56 se genera un impass, un semi vacío de contenido -es un decir- que da paso a la magia pura: segundo 57: llega lo que diríamos que es el estribillo, el momento en que toda canción debe acabar de engancharte -si no lo ha hecho ya- el clímax con los violines y la voz de Morrison diciendo “Then we sat on our own star and dreamed of the way that we were and the way that we were meant to be then we sat on our own star and dreamed of the way that i was for you and you were for me”. Bufffffffffff. Y uno se queda congelado en la silla pensando: “¿Esto se puede superar?” Y Van Morrison y sus músicos te dicen in your face: “SÍ, escucha esto, palurdo”. Y sin haberte podido recuperar de esos violines y esas trompetas de otra galaxia llega (minuto 1´21´´) la frase: “and then we danced the night away and turned to each other, say, 'i love you, i love you'// the way that young lovers do”, que Morrison acomete con más fuerza todavía, como para rematarte, como para constatar que sí, que cuando los amantes se declaran su amor (llámenme cursi) todo lo demás es silencio. Hay que decir que mientras el irlandés suelta estas mismas frases, el contrabajo hace unos contratiempos jazzy que no todo el mundo entiende. Es muy free-style, su momento “absolutely free”, y es cierto que puede parecer algo raro, pero yo pienso que es sublime. Llega el 1´41´´ y Morrison y la trompeta improvisan un solo, cada uno a su manera y sin pisarse. Para los más avezados, aviso que aparece también una flauta travesera maravillosa, soltando notas y mini arreglos ciertamente bonitos. Luego se vuelve al estribillo, repetición, y final con apoteosis de la sección de viento y acabado en fade out. Tres minutos y diecisiete segundos de pura gloria. Orgasmatrón.
Mis cosas: Este es un tema inusual, lleno de magia y misterio, una canción turbadora que suele gustar más a los músicos que a los que no lo son. Su letra es algo inocente, pero estoy convencido que es a sabiendas. Como si un teenager la hubiera compuesto, como si se quisiera describir -con la poética inflamada de los 16 años- el torbellino de emociones que se viven al enamorarse a esa edad. ¿El tema va sobre hacerse mayor? Eso se lee por ahí. No sé, sí, quizá también, pero da igual.
Los músicos que participan en este tema son: Van Morrison (guitarra y voz), Richard Davis (contrabajo), Connie Kay (batería), Barry Conrfeld (guitarra), John Payne (flauta), Warren Smith jr (percusión y vibráfono), Larry Fallon (teclados). No se menciona la sección de vientos: craso error.
jueves, 8 de abril de 2010
Bohemio y soñador
Otto se leyó casi toda la obra de Kafka a los dieciséis años y se quedó prendado del checo. Ahora la gente de Errata Naturae edita algo que sorprendentemente no había salido íntegramente en español. Bueno, algunos habíamos comprado en su día “Consideraciones acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el camino verdadero”, extraña traducción de “Tagebücher, Briefe, Aphorismen, Fragmente” (ed. Laia, 1983) y ahí pudimos leer algunos de los sueños de Kafka en un texto fragmentario pero no por ello deslabazado. Kafka soñaba con pensiones berlinesas repletas de extraños y atareados jóvenes judíos, teatros que abarcaban los confines del mundo, nebulosos festejos en el castillo del emperador Guillermo, prostíbulos interminables, inmensas montañas de excrementos humanos, una niña ciega mutilada por sus propias gafas, una muchacha con nariz de tubérculo que traduce a Hesíodo, un mausoleo custodiado por un hombre mutilado en una guerra olvidada…cosas así de normales. Se vive un cierto revival kafkiano después de lo que ha hecho Crumb y ahora con estos avispados editores, y Otto se alegra mucho.
“No es necesario que salgas de casa. Quédate a tu mesa y escucha. Ni siquiera escuches, espera solamente. Ni siquiera esperes, quédate completamente solo y en silencio. El mundo llegará a ti para hacerse desenmascarar, no puede dejar de hacerlo, se prosternará extático ante tus pies".
lunes, 5 de abril de 2010
Non fiction rules...again
Martha Plimpton
Anécdota: mientras interpretaba a “Hedda Gabler” en un teatro de NY haci mediados de los años noventa, alguien del público gritó “¡¡¡Gooooooooooooonies!!!”, haciendo que la actriz se partiera de risa y perdiera la concentración durante unos segundos. Mola.
Curiosidades: le encanta Serge Gainsbourg, el cine de Cassavetes (“Gloria” es su peli favorita de todos los tiempos) y las novelas de Murakami.
domingo, 4 de abril de 2010
Primavera Sound 2010
Superchunk, Built to Spill, Tortoise, The New Pornographers, Spoon, Mujeres y mis queridos Mission of Burma: